… geistigen Selbstmord …
Vertrumt experimentellen Bereich
Nichts ist wahr
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Estoy atrapado aquí, entre libros y recuerdos;
observando la televisión de la vida encendida,
mientras las no recordadas imágenes y caras que deje pasar ayer,
posan en la pantalla.
Sintiendo con las manos del olvido.
Sentado en esta silla verde oxidada.
Escribiendo, olvidando...
Estoy atrapado entre amigos viejos
y recuerdos que me arañan mi carne descuidada
y el desalmado pasar de los años
me convierte en canción olvidada.
Una partitura en recuerdo
de lo que un día fue una bella melodía.
Estoy atrapado entre libros y recuerdos
y las hojas viejas se desprenden
como mi corazón en segundos de la juventud.
Mi última piel alisada, comienza a hacer las maletas
para partir a un mejor mundo,
donde nada preocupa
y en su lugar, solo quedan
los pliegues del sufrimiento y el olvido...
¡Experiencia! -el maldito olvido-
Estoy atrapado entre oídos sordos y piernas que no caminan,
arropando las rodillas que un día eran raspadas en travesías;
en una silla que me mantiene, ¡envidia!
Entre el sol y la cortina.
Estoy atrapado entre mi ilusión y mis sueños
y mi pequeña buhardilla de santuario
se hace más pequeña, aun más,
y los cabellos que abandonan mi cabeza
me asfixian, un poco más.
Parece que la vida me ha olvidado.
No se tal vez yo a ella
y ese joven feliz de antaño
llora en su traje de viejo mientras ve pasar los años.
El triste recuerdo de las lágrimas frustradas.
La vasta soledad que el tiempo me ha dado.
La ligereza de mi cuerpo que sigue esfumándose
y el olor dulzón de la carne en sexo, dentro del recuerdo,
es lo único que queda dentro de mi ser.
Adentro, existo yo.
Una persona que no vive, sino recuerda.
Adentro existo yo.
Una persona que solo llora.
Que solo [,] enseña.
Que solo [,] espera.
Adentro existo yo.
Mi búsqueda ha finalizado.
No quiero más.
No puedo volver a ser lo que solía ser,
aunque intento, el mundo adulto me asecha...
El mundo de los viejos me espera.
Estoy atrapado entre dioses sordos y pantuflas que no calientan;
observando a los hijos que no recuerdan,
en nietos que no me aprecian;
entre frio en primavera.
Y el pequeño perro que me acompaña
ha sido el mejor amigo que me queda.
El nunca me abandona, me espera,
fue el mejor humano, ¡ironía!
Que muchos
que lo intentan...
Estoy atrapado entre vitaminas y sueros,
en manzanas podridas,
en pretensiones de la herencia,
entre calcetines agujerados
que nadie zurce más...
Estoy, aquí; estando haya...
Esperando, aquí; viviendo haya...
Muriendo, aquí; recordando haya...
Observado, aquí; observando haya...
Estoy atrapado entre victimas y consuelos,
hastiado de la lastima del espejo,
castigado por las llagas y el lamento,
entre miradas y limosnas en descontento.
Y la sociedad ahora me renuncia
en lo que me he convertido,
parecido a la basura
que ya no sirve, inútil.
Agusanándome por la lastima
que es lo único que me queda, ahora.
El pequeño punto brilloso de la esperanza
me abandona en el momento exacto
y me deja envejeciendo.
Absoluto, abstracto.
Hoy viví como nunca
y morí como siempre
y al final del día,
desconcertado, me hundo
en la pobreza de mi mismo,
en la elegancia del pretérito,
en la unanimidad de la eternidad.
Hoy olvide el pasado.
El pasar de los años
me reclama el futuro incierto,
arrugado y efímero; hastiado...
Un futuro que es el de todos.
El mismo dictado de frustración.
El mismo color demacrado,
marcado con el mismo sentimiento ahogado.
Hoy viví como nuca
y morí en el olvido,
como siempre,
en el maldito olvido
del mundo que yo he creado.
Estoy atrapado dentro de mí,
convirtiéndome en la canción envejecida,
cortándome las alas,
lavándome el futuro,
castigándome por los años.
Estoy atrapado en el pasado y el futuro incierto,
con un amor frustrado que nadie quiere,
con una flor marchita en la mano que nadie riega,
con arrugas de amor desechado,
con el corazón arruinado.
Carcelero de la razón:
no me castigues mas con las miradas de los jóvenes,
que los ojos son espejos
donde nos encontramos, algún día, en fuga; todos.
Imagen borrosa del amor,
arrópame con mi último recuerdo,
con el mejor de ellos.
Si puedo escogerlo
que sea el de mi, riendo.
Hoy, estoy envejeciendo en el olvido...
Atrapado en mi mente,
viviendo como nunca
y muriendo como siempre.
En mi triste pre recuerdo elaborado.
Hoy, dejare de soñar y seré yo mismo,
como antes, como solía serlo en el pasado.
Hoy, dejare de ser el ahogado,
el envejecido, el mundano...
Hoy moriré como nunca
y viviré como siempre.
Mephistofeles Luna
23022009
